En KINS todo nace del amor y la gratitud hacia los perros.
Amamos su forma de estar presentes sin pedir nada, su manera de alegrar lo cotidiano y recordarnos lo esencial. Ellos inspiran cada decisión, cada costura, cada elección de material.
No hacemos productos porque sí. Creamos piezas pensadas para durar, que acompañen la vida de quienes entienden que tener un perro no es una etapa, sino una forma de vivir.
Buscamos que cada objeto tenga sentido, que sea hermoso, funcional y fiel como ellos.
Trabajamos con materiales nobles y procesos responsables, junto a personas que comparten nuestra mirada: que la calidad no se mide solo en lo que se ve, sino también en lo que se siente.
Queremos que cada pieza KINS hable del vínculo que nos une a nuestros perros: un lazo sincero, imperfecto y eterno.
Todos creen que su perro es el mejor, y todos tienen razón.